Grecia era una sociedad desigual, como hemos visto en clase. En esta entrada os dejo un artículo para que amplies conocimientos.
Un saludo,
Gustavo.
La sociedad griega se dividía principalmente en dos grupos: los ciudadanos y los no ciudadanos, que eran la mayoría.
Los ciudadanos podían participar en la vida política, disfrutaban de todos los derechos y tenían la obligación de pagar impuestos. Entre los ciudadanos había personas muy ricas y otras de condición más humilde. En Atenas, solo adquirían la categoría de ciudadanos los varones nacidos de padre y madre atenienses. En otras ciudades como Esparta existía una nobleza que tenía el predominio social y político.
Los no ciudadanos no podían participar en la política, pero su situación eran muy diversa:
- Los extranjeros eran considerados libres. Se dedicaban mayoritariamente al comercio y a la artesanía. Pagaban impuestos y formaban parte del ejército, pero no poseían tierras ni casas.
- Los esclavos no eran personas libres, sino propiedad de una familia. Constituían una importante fuerza de trabajo en la agricultura y el servicio doméstico. Solían ser prisioneros de guerra o hijos de esclavos.
Los hombres libres, tanto si eran ciudadanos como si no, podían convertirse en soldados y formar parte del ejército.
Las mujeres
La vida de las mujeres se restringía al ámbito doméstico. Aun siendo hijas o esposas de ciudadanos libres, no podían intervenir en política, ni votar. También estaban excluidas de la mayor parte de la vida pública: podían ir al teatro, pero tenían prohibido asistir a las competiciones deportivas. Las mujeres solo podían heredar propiedades cuando no había ningún descendiente varón.
Las muchachas se casaban muy jóvenes, con 13 o 14 años, y a su marido, generalmente mucho mayor que ellas, lo elegía el padre de la joven. El principal objetivo del matrimonio era tener un hijo, preferiblemente varón.
Las mujeres ricas permanecían en su casa, cuidando del hogar y supervisando a los esclavos. Solo salían de ella en ocasiones excepcionales: para acudir a ceremonias religiosas, funerales o matrimonios. Habitualmente estaban recluidas en unas habitaciones llamadas gineceo, donde se encontraban los telares, las cunas de los niños y sus lechos.
Solo las hetairas, damas de compañía y únicas mujeres cultas, podían asistir a las reuniones masculinas y discutir sobre temas de filosofía, poética y música. La mayoría de las hetairas eran extranjeras o prisioneras de guerra.
Las mujeres de las clases populares, en cambio, trabajaban como vendedoras, nodrizas o comadronas.
(Fuente: Kalipedia)
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